La calle dejó una ofrenda
que robó del paraíso,
y sin dar ningún aviso
quiso que alguien la atienda.
Aquella humilde encomienda,
desnutrida, sin remito,
era un perro cachorrito
que lloraba en la tranquera;
y en una pata trasera
guitarreaba su prurito.
Lo puse sobre el tobiano
envuelto con arpillera,
mucho frío hacía afuera
para dejarlo malsano.
Era tanto su desgano
como mío el desespero,
y lo que hice primero
fue tenderle una cucheta:
allí fue mi camiseta
al costado del brasero.
Al despertar la alborada
le preparé un desayuno,
y sin mover pelo alguno
siguió soñando en la almohada.
Pero al rato su mirada
despertó del gran letargo,
se acomodó largo a largo
moviendo todas sus patas;
y tocó mis alpargatas
como pidiendo un amargo.
A partir de ese momento
él fue mi gran compañero,
un obsecuente ladero
que quise sin miramiento.
Me leía el pensamiento
como el mejor adivino,
viendo la jarra de vino
buscaba las damajuanas
y me ladraba con ganas
al rebalsar el molino.
Cuando estaba el minestrón
a mi diestra se sentaba,
inmóvil todo miraba
esperando su porción.
Y después, con emoción,
igual que una pareja,
me recostaba la oreja
buscando tiernas caricias;
por culpa de esas delicias
cargaba celos la vieja.
Pero un nueve de febrero
retornó al paraíso,
el Supremo así lo quiso
y atragantó mi garguero.
Aquí se dobla el acero
y nos cruje el sentimiento,
aprisiona el desaliento
como el peor de los encierros;
el mal que tienen los perros
es ese triste momento.
Escribo letras de zambas, tangos, valses y sonrisa, que me despojen la prisa y me alimenten el alma.
Friday, September 13, 2013
VENTANITA DE MI RANCHO
Ventanita de mi rancho
que siempre miras al este,
besa tu cielo celeste
la soledad del carancho.
Ventanita de mi rancho
parral de uva morada,
el aljibe, la enramada
y un perfume de junquillos,
en tu patio de ladrillos
pìnta sombras la alborada.
Bien temprano en la mañana,
de pelo color ceniza,
mi dulce perra mestiza
me pide abrirte, ventana.
Entonces de buena gana
y viendo mover su cola,
contento le digo ¡ hola !
y me responde llorando,
como tal vez implorando
que nunca la deje sola.
Se despierta el gallinero
entre sauces y nogales;
y despuntan los trigales
buscando el sol tempranero.
Una oveja y su cordero,
detrás de una alambrada,
emparejan la lomada
de tierno pasto incipiente
y trabajan diente a diente,
sin horario de llamada.
El haz de luz ya refleja
de la cocina hacia adentro,
una bandeja en el centro
con torta frita y carqueja.
Silbando una pava vieja
sobre el carbón del brasero,
por calentar su trasero
saca el agua del letargo
y prepara un buen amargo
para el amigo aparcero.
Y en las noches de verano
entre vinos y acordeón,
el canto y la tradición
van tomados de la mano.
Suena el aplauso profano
y sin que a nadie moleste,
desde un corazón agreste
hasta ti llega con vida,
mi ventanita querida
que siempre miras al este.
que siempre miras al este,
besa tu cielo celeste
la soledad del carancho.
Ventanita de mi rancho
parral de uva morada,
el aljibe, la enramada
y un perfume de junquillos,
en tu patio de ladrillos
pìnta sombras la alborada.
Bien temprano en la mañana,
de pelo color ceniza,
mi dulce perra mestiza
me pide abrirte, ventana.
Entonces de buena gana
y viendo mover su cola,
contento le digo ¡ hola !
y me responde llorando,
como tal vez implorando
que nunca la deje sola.
Se despierta el gallinero
entre sauces y nogales;
y despuntan los trigales
buscando el sol tempranero.
Una oveja y su cordero,
detrás de una alambrada,
emparejan la lomada
de tierno pasto incipiente
y trabajan diente a diente,
sin horario de llamada.
El haz de luz ya refleja
de la cocina hacia adentro,
una bandeja en el centro
con torta frita y carqueja.
Silbando una pava vieja
sobre el carbón del brasero,
por calentar su trasero
saca el agua del letargo
y prepara un buen amargo
para el amigo aparcero.
Y en las noches de verano
entre vinos y acordeón,
el canto y la tradición
van tomados de la mano.
Suena el aplauso profano
y sin que a nadie moleste,
desde un corazón agreste
hasta ti llega con vida,
mi ventanita querida
que siempre miras al este.
Friday, July 5, 2013
ABUELO DE ROBLE
3ª. Mención en el concurso poético del Centro vasco de
Chivilcoy, año 2012, tema “EL ARBOL DE GUERNICA”.
ABUELO DE ROBLE (Soneto)
Cuando a la sombra llegan mis fatigas,
tu recuerdo me sigue, vasco abuelo,
y el viejo roble llora nuestro duelo
con hojas tristes sobre las ortigas.
En tu falda escuchaba las intrigas
de aquel abril de horror y desconsuelo,
con las bombas cayendo desde el cielo,
y metrallas de líneas enemigas.
El amor en tus labios con euskera,
abrazaba tu árbol de Guernica
y lloraba en sus calles sin frontera.
Vizcaya tierra vasca lisonjera,
un abuelo en el cielo te suplica
de tu roble, un retoño de quimera.
Friday, June 28, 2013
Friday, June 14, 2013
CORAZON DE BALDIO
Un cerco de rutina cuidaba tu tristeza,
regado con cervezas creció tu gramillón,
tejiendo por las piedras alfombras de abandono
bordadas de hojalatas, hormigas y cartón.
Baldío de la esquina, en noches sin fronteras,
brindaron las quimeras tu albergue de ocasión.
Hoy una calesita girando en los escombros,
con risas, con asombros, te canta su color.
Te acunaron los murmullos
de parejas que buscaban,
unas luces agobiadas
ofertando su apagón.
Y creciste entre los goles
de pelotas con harapos,
que corrían a los sapos
hasta el borde del zanjón.
Fuiste mesa de escolasos,
mates, trucos y facturas,
Y creciste entre los goles
de pelotas con harapos,
que corrían a los sapos
hasta el borde del zanjón.
Fuiste mesa de escolasos,
mates, trucos y facturas,
donde un cuatro caradura
embolsaba su rabón.
Anfitrión de la esperanza,
embolsaba su rabón.
Anfitrión de la esperanza,
fue tu última visita,
se quedó la calesita
a vivir con su ilusión.
se quedó la calesita
a vivir con su ilusión.
Que tiene tu nostalgia, que tiene tu recuerdo,
que juegan sin saberlo paseando en carrusel;
y llevan la manito que toma la sortija,
pintando la sonrisa arriba del corcel.
Baldío de la esquina perdiste tus malezas,
a cambio de riqueza se fué tu soledad,
riqueza de momentos que olvidan sinsabores
y quieren que tus tiempos, perduren más allá.
a cambio de riqueza se fué tu soledad,
riqueza de momentos que olvidan sinsabores
y quieren que tus tiempos, perduren más allá.
ESPERANZAS DE POLIETILENO
Trasnochadas de otoño y verano,
se agrietan tus manos
descalzas de horarios;
y un pañuelo con hojas de diarios,
te reza el rosario
nariz de fantoche.
Encorvado te pesa la noche
volcando reproches
de mueca y dolor;
y tus pasos se alejan cansados,
en carros cargados
llorando ilusión.
Cartonero, cartonero,
en tus suelas con intrigas,
vas besando las baldosas
tartamudas de fatigas.
Cartonero, cartonero,
te convida la vereda,
con botellas y el regazo
de un bolsón en dulce espera.
Cartonero de la vida
con el último marrón,
mi bolsillo avergonzado
te regala el corazón.
Noches largas buscando la vida
en esa furtiva
migaja del mundo.
En ruletas que embolsan sus rumbos,
gritando a los tumbos
la suerte de un pleno.
Esperanzas de polietileno
que buscan al menos
poder encontrar;
y una bolsa te ríe sorpresas:
guardó milanesas
con fritas y pan.
AMOR DE ESQUINA
¿ Por qué robé tus labios sabiendo mi desgano ?
¿ Por qué tomé tus manos, haciéndolas temblar ?
si fueron por tu cuerpo mis besos de imprudencia,
quebrando tu inocencia, buscando siempre más.
Y cuando aquella tarde soñaba con la noche,
tu amor sembró derroche con ansias y pasión,
tu piel me dió ternura, ternura de glicina
y en esa tibia esquina, jugué con tu ilusión.
¿ Por dónde fueron tus labios ?
llorando,
cerezos tristes de esquina.
Glicina,
¿ por dónde fue tu ternura ?
que su recuerdo lastima.
Hoy solo gritan las sombras
tu nombre,
puñal de mi soledad,
pidiendo alondra que vuelvas,
con pena, sabiendo,
puñal de mi soledad,
pidiendo alondra que vuelvas,
con pena, sabiendo,
sabiendo que ya no estás.
Vestida de penumbra tu imagen me sonríe,
con guantes de silencio, me pega su revés,
entonces me doy cuenta que falta tu poesía,
poesía que hace tiempo no supe comprender.
He vuelto a nuestra esquina, perdida en el regreso,
no canta la glicina, ni el duende de tu amor,
he vuelto a nuestra esquina soñando mis anhelos,
la ausencia de consuelo, contagia su dolor.
REJAS DE PAPEL
Por esas cosas hermosas del destino
después de haber pasado tanto tiempo,
la voz de un tango nos pone nuevamente,
aquí los dos, mirándonos de frente.
La voz de un tango cantando nuestra historia,
final feliz, después de tanto duelo,
ayer y hoy, nostalgia sin resabios
con nuestros labios, huyendo del adiós.
Muy juntos los dos,
un café nos confiesa,
nubes de veneno
fumando tu píel.
Estamos aquí
buscando revancha,
no pueden vencernos
rejas de papel.
Muy juntos los dos,
tu mano es mi mano,
mi boca se acerca
bebiendo tu sed.
Estamos aquí
mas juntos que nunca,
los besos suplican,
queriendo volver.
El tango calla, nos lleva su silencio
con el licor dormido en nuestras copas,
y mis caricias desnudan con su aliento,
tu tierna piel que espera ese momento.
Mis manos vuelven por sendas del pasado,
felices van besando tu cintura,
y desde el suelo la alfombra de tu cuerpo
es una sombra, amando sin rencor.
C E N I C E R O
Primer premio, categoría letra, en el XX certamen de tango HUGO DEL CARRIL, de la ciudad de Buenos Aires, 2012.
Alhajero,
de cenizas trasnochadas
por los sueños que se fueron,
en peñascos y senderos
de tabaco y de papel.
En penumbras,
te tatuaron con olvidos
nicotinas que jugaban
entre nieblas y bengalas,
sus amores sin después.
Y fuiste nobleza envuelta en silencio
juntando fatigas de luz y revés,
de tantos recuerdos ausentes de prisa,
que te abandonaban al amanecer.
Cuantas veces con mis manos
moribundas de nostalgia,
aferré la mansedumbre
de tu cuerpo... y soñé.
Nos besaban odaliscas
de unos fasos agotados,
que bailaban su donaire
con sus velos de alquitrán.
Que será de tu nobleza,
que será de tu silencio,
ya no juegan con mis penas
en tu mesa de café.
Cementerio,
de mentira y falta envido,
con las cruces de tus puchos
tropezaron los retrucos
en sus copas de algodón.
Con cariño,
te acunaron los solfeos
de una mesa tartamuda,
que escribió su partitura
zapateando desnivel.
Hoy falta tu magia de todas las noches,
mirando palabras borrachas de tos,
palabras sin tiempos escasas de aliento
que solo tenían al lado de vos.
Alhajero,
de cenizas trasnochadas
por los sueños que se fueron,
en peñascos y senderos
de tabaco y de papel.
En penumbras,
te tatuaron con olvidos
nicotinas que jugaban
entre nieblas y bengalas,
sus amores sin después.
Y fuiste nobleza envuelta en silencio
juntando fatigas de luz y revés,
de tantos recuerdos ausentes de prisa,
que te abandonaban al amanecer.
Cuantas veces con mis manos
moribundas de nostalgia,
aferré la mansedumbre
de tu cuerpo... y soñé.
Nos besaban odaliscas
de unos fasos agotados,
que bailaban su donaire
con sus velos de alquitrán.
Que será de tu nobleza,
que será de tu silencio,
ya no juegan con mis penas
en tu mesa de café.
Cementerio,
de mentira y falta envido,
con las cruces de tus puchos
tropezaron los retrucos
en sus copas de algodón.
Con cariño,
te acunaron los solfeos
de una mesa tartamuda,
que escribió su partitura
zapateando desnivel.
Hoy falta tu magia de todas las noches,
mirando palabras borrachas de tos,
palabras sin tiempos escasas de aliento
que solo tenían al lado de vos.
Subscribe to:
Posts (Atom)